¿Quien es el Ganador?
¿Quién es el ganador?
Hay cosas que un momento no tiene
explicación, puedes dar vueltas a una sola pregunta y quizás no lograrías darle
respuesta, lo que siempre se convierte en un eterno motivo de dolor de cabeza,
es poder saber si el corazón y la razón podrán ponerse de acuerdo algún día para
no volverlos la vida un desastre, es esto tan complejo que se ha vuelto tema
central de canciones y por supuesto historias de amor, y por supuesto no solo
yo me atrevería a describir esto, ya que miles de personas en el mundo han
pasado por esta situación.
En el ámbito amoroso podemos amar
mucho a una persona pero sin saberlo no es la adecuada para nosotros, pero el
terco corazón se aferra a un sentimiento que nos destroza sin saber, hasta
podemos pasar por masoquista por empeñarnos en algo que no tiene futuro, es
exactamente lo que hace quitarnos el sueño, es intentar comprender si el
corazón nos hace feliz con sus decisiones, o de forma extraña la razón es ese
ser analítico que quiere evitarnos un dolor más adelante, pues desde mi
posición me ha sucedido una y mil veces, es justamente hoy que me atrevo a compartirlo
con ustedes, ahora no es citar ejemplos amorosos sino transportarlo también al
ámbito laboral, elegir entre lo que nos gusta hacer como pintor, músico o
escritor o detenernos a pensar que existe otro empleo con extensas remuneraciones,
puesto que trabajo y sus actividades deben realizarse con el gusto el placer más
deseado, no para adquirir los recursos económicos y así no sentirnos no agobiados
por las deudas, ven ese juego perverso entre la razón y el corazón que nos
vuelve diminutos, indefensos ante la realidad.
Por otro lado me dirijo al campo
familiar, ya que conducir los destinos de los hijos para indicarles que sería
lo mejor para ellos, turba su mente, por supuesto el hijo trataría sin lugar a
dudas hacer lo que su padre o madre espera, para agradarles al máximo, si mi
padre quiere que sea doctor, porque no puedo ser cantante si es lo que
realmente disfruto al hacerlo… siempre he dicho que hay que seguir el corazón
pues nos brinda una vida más feliz, pero que ocurre cuando comparamos
continuamente entre lo que es o lo que puede llegar hacer, hasta yo podría
enredarme en esta analogía del corazón y la razón, el único consejo que podría
ofrecer de forma certera, es esperar a que Dios decida por nosotros él nunca se
equivoca, pues no se detiene a pensar mucho, el trazo nuestro destino con pluma
fina pero fuerte a la vez, a su vez no
me cansaría de mencionar una frase hermosa que me enseño mi madre: “Coloca
todo en las manos de Dios, pues el sabrá que será lo mejor para ti”, y en
efecto las pocas veces que la he puesto en práctica siempre encuentro la
respuesta a todo, amigos y amigas aunque queramos entender todo es sumamente
difícil poder encontrar explicaciones, no nos compliquemos tanto dejemos que
todo fluya poco a poco, ser esas aguas del rió que no tienen destino pero se
desplazan tranquilas hasta su destino.
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